En estos tiempos convulsos e inciertos se hace más necesario que nunca no dejarnos nada en el tintero.
Un hasta luego puedo convertirse en un hasta dentro de mucho tiempo.
Un hasta luego puede convertirse en un hasta siempre.
Hoy estamos aquí y mañana… mañana no sabemos.
No nos han robado nada.
Nada de lo que estaba por venir nos pertenecía.
Debemos seguir construyendo nuestro futuro, pero somos parte de un todo muchísimo más grande.
𝗗𝗲 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱, 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗮𝗻 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀.
En los procesos de desarrollo personal y/o profesional 𝗾𝘂𝗶𝘁𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗹 𝗳𝗼𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼𝘀 siempre es un buen punto de partida.