Personas que inspiran

A veces necesitas referentes.

A veces necesitas personas que te inspiren.

A veces necesitas que la excelencia te ayude a sacar lo mejor de ti.

Hace tiempo que descubrí algo que me apetece compartir con vosotros.

No te equivoques… esto va de desarrollo profesional (puede que hasta de desarrollo personal pero soy demasiado pequeño para poder afirmarlo).

Ayer compartí cena con los compis de la radio y con personas que forman parte de la familia del programa. Estuvimos hablando de la autenticidad, de no pertenecer a movimientos y comunidades sólo por pertenecer, de expresarse desde el yo interior (con todo lo que ello implica), de no dejarse influenciar por tendencias o modas, de la mediocridad del pensamiento único y del atrevimiento de convertir en adoctrinamiento nuestras reflexiones públicas, entre otros temas.

Esta tertulia tan enriquecedora me dispara la imaginación y me anima a contaros algo que me encantaría os ayudara a ser mejores… y más valientes.

A mí, al menos, me ayuda.

Soy futbolero a más no poder, es una atracción irracional pero disfruto y sobre todo sufro como si fuera algo personal, ya lo se, no me da de comer pero es así… es mi pasión. Pues bien, mi mayor idolo deportivo no es futbolista, es Rafa Nadal.

Lo sé, no es muy original y relativamente fácil tenerlo como ídolo… gana siempre y tal.

Pero lo que descubrí hace tiempo es que más allá de la admiración lo que hace es inspirarme.

Tengo que reconoceros que he llegado a llorar viendo alguna de sus hazañas, pero no por la victoria en si, por lo que me ha transmitido para conseguirlo… esa obcecación, ese evidente sacrificio que hay detrás, esa humildad en la derrota evitando poner excusas y analizando sólo lo mejorable dentro del él mismo, esa forma de reconocer “joder, ha sido mejor que yo y punto”.

Eso lo convierto en ganas de superarme, de ser mejor, de ser más humilde.

Llega, incluso, a potenciar mi creatividad.

Lo mismo si te hablo de Ecequiel Barricart no te suena, o lo mismo si, pero es otra de esas personas con clarividencia… inspiradoras.

No tiene un perfil profesional parecido al mío pero su capacidad para inspirar a los demás es tremenda, como es lógico, en las distancias cortas más aún.

Ha escrito dos libros, para mí, absolutamente referentes: Tú eres Dios y El Oso, El Tigre y El Dragón.

Me acerco más si cabe a mi círculo, a mi día a día, para que veáis que de lo que os hablo no sólo está en personas “famosas o conocidas”.

Ella es mi compañera Patri. Algunas veces pienso que en mi CV debo poner que pasé 8 años compartiendo mesa de trabajo con ella y llevamos casi 10 años trabajando juntos.

Es resolutiva, brillante, tiene una capacidad de trabajo enorme y algo con lo que hemos crecido juntos: cada vez que hemos querido aprender algo (aplicaciones de diseño, temas profesionales, etc.) simplemente nos hemos puesto a ello y hemos crecido en ese tema.

Ah! por cierto, su capacidad de raciocinio y de evaluación de situaciones y problemas con perspectiva es lo que más me gusta de ella. Será porque es de lo que menos tengo yo.

Ni a Ecequiel, ni a Patri, ni por supuesto a Nadal tengo que hacerles “la pelota”. Por eso me permito contaros algo de ellos porque tengo claro que, como diría Ecequiel… “me la suda tío” (pónganle acento navarro a la expresión).

Comparto con vosotros algunas de las personas que me hacen mejor… y más valiente. No me quiero parecer a ellos, no se trata de eso, pero despiertan en mí una sensación que me ayuda a crecer… en todos los sentidos.

Personas que me inspiran.

Probadlo, buscar personas que os sirvan de referencia y que su trabajo, sus valores, su forma de vida, sus actos o lo que sea despierten en vosotros “algo” que funcione de resorte y que os empuje a ser mejores… buscando oportunidades, ejerciendo profesionalmente o siendo personas.

¿Os imagináis que alguna vez despertáis estas emociones en alguna persona?

No lo busquéis, tampoco va de eso.

Pero si ocurre, será maravilloso.

Puedes compartir en