Hacerlo bien no es lo más fácil y, a veces, ni siquiera está bien visto.
En la sociedad de la inmediatez, hacerlo bien, en ocasiones, es de primos.
La palmadita en la espalda se la lleva el que encuentra la forma de escaquearse, de conseguir un beneficio por el camino más corto.
Hacerlo bien es mucho más duro que dejarte llevar por cantos de sirena, por lo fácil, por lo rápido.
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“¿Te vas a leer el libro pudiendo ver la peli?
¿Vas a ir a clase cuando puedes descargarte los apuntes desde tal web?
Si puedes cobrar la mitad en B ¿por qué declaras todo lo que cobras?
No hagas abdominales, hay una maquinita que las hace por ti sin levantarte del sillón.
Nos busques más trabajo, busca a alguien que pueda enchufarte.”
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Por eso, si estás en la lucha, si estás intentando hacerlo bien, si sientes cómo sutilmente te empujan a hacerlo fácil y rápido, pero mal… RECUERDA: no eres un primo, ni una prima, sólo eres una persona que intenta hacer las cosas bien… sigue así, por favor, tu ejemplo da esperanzas y fuerza a muchas otras personas.
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𝗛𝗮𝗰𝗲𝗿𝗹𝗼 𝗯𝗶𝗲𝗻, 𝗽𝗼𝗿 𝘁𝗶, 𝗽𝗼𝗿 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀.