Nuestra trayectoria profesional (tenga la duración que tenga), por sí misma, NO tiene porqué proporcionar un valor positivo para quien quiera contratarnos.

Lo que hayamos aprendido durante nuestra trayectoria y, sobre todo, cómo aplicaríamos esos aprendizajes en el trabajo que queremos realizar en la actualidad para empresas o clientes SI convierte en valiosa y útil nuestra experiencia acumulada.

Quien quiera contar con nosotros valorará nuestra trayectoria en la medida en que pueda aportar valor y utilidad AHORA.

Cualquier experiencia, profesional o personal, será ventajosa para nuestra búsqueda de oportunidades laborales si somos capaces de contar qué aportará a futuras empresas empresas o clientes.

Cuando acompaño a un profesional en un proceso de orientación laboral trabajamos:

  • la identificación de competencias profesionales adquiridas en sus experiencias laborales y personales: conocimientos, habilidades, aptitudes, actitudes y valores.

  • cómo aplicaríamos esas competencias para ser útiles y atractivos para quien quiera contratar nuestros servicios. Esta parte del proceso la repetimos con cada empresa o cliente. El contexto es clave, cuando hablamos de competencias, por eso el proceso de adaptación a empresas o clientes debemos personalizarlo.

  • cómo y porqué vías vamos a contarlo.

Es simple, no es sencillo y hay profesionales que podemos ayudarte en este proceso.

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