Después de todos estos años acompañanando a personas que buscan empleo y a los profesionales que las asesoran, puedo decir que hay, al menos, 6 aspectos clave en la elaboracion del CV.

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.

Albert Einstein

Del CV del siglo XX al CV del siglo XXI

Cada proceso de orientación laboral o desarrollo profesional tiene unas características concretas que no son ni comparables ni equivalentes a las de cualquier otro proceso. A pesar de esta realidad, cuando hablamos de la elaboración de un CV que nos ayude a generar oportunidades profesionales, hay algunos aspectos que nos facilitan la necesaria evolución desde aquel CV que no era más que un mero listado de experiencias y formaciones, que causó sensación en el final del siglo XX y principios del siglo XXI y que a mí me gusta llamar CV/folleto de publicidad, a un CV que se convierta en una verdadera herramienta que comunique el valor que somos capaces de aportar a empresas y clientes.

Estas seis recomendaciones están relacionadas con el fondo, no con la forma. Sobre herramientas, diseño y otras cuestiones espero hablaros en próximos post.

Hasta entonces, y si queréis leer algo muy bueno sobre las formas, podéis leer aquí este completo y actualizado post de Claudio Inacio.

Como os decía, vamos a hablar de cuestiones que tienen que ver con el enfoque, que tienen que ver con el trabajo previo y que, desgraciadamente, conllevan tiempo, reflexión, dedicación y, probablemente, algún que otro cabezazo contra la pared.
Son el tipo de cuestiones que no interesan a espíritus cortoplacistas, como los llama acertadamente mi compañero Ruben Bonilla.

1 Autoconocimiento

Tomemos altura, ordenemos nuestras ideas, empecemos por el principio… NOSOTROS mismos.

El punto de partida para NO mostrar la misma información enlatada que muestran los demás es el AUTOCONOCIMIENTO. Descubrir qué nos hace útiles o necesarios y qué valor aportamos a nuestro entorno. 

Identifiquemos las habilidades, los conocimientos, las actitudes y los valores que nos representan para traducirlo en competencias profesionales y poder armar nuestra PROPUESTA DE VALOR.

2 Empatía

Es nuestro CV y tiene que hablar de nosotros, pero desde la perspectiva de cómo vamos a aportar valor y soluciones a las cuestiones que le preocupan a las empresas o clientes con quien aspiramos a trabajar. En el apartado funciones podemos hacer ver cómo los logros que conseguimos en anteriores trabajos van a poder ser replicados.

Para ello, tenemos que ponernos en el lugar de la persona que va a leer nuestro CV: ¿qué busca? ¿qué le gustaría encontrar? ¿cómo podemos facilitarle la lectura?

3 Foco

Saber a dónde vamos, con qué empresa(s) o cliente queremos trabajar. En definitiva, tener claro nuestro objetivo profesional. No tiene porqué ser un apartado del CV, pero lo necesitamos para que su elaboración sea personalizada (huyendo de los CV/folleto de publicidad) y pueda marcar la diferencia. Otra de las ventajas de tener defininido nuestro objetivo profesional es que nos permitirá expresarnos en los términos adecuados y adaptarlo a lo que se puede esperar de alguien que quiera trabajar allí.

4 Planificación y Estrategia

Debemos elegir las técnicas, las herramientas y los canales adecuados para luego realizar las acciones previstas. Planificar y llevar a cabo una estrategia implica que gestionemos el tiempo y evaluemos resultados. Planificar nos da una perspectiva estratégica y necesaria. No llevar a la práctica nuestra estrategia solo servirá para incrementar nuestra frustración. Un aspecto clave en este apartado es tener claro cuál es la vía de acceso adecuada para hacer llegar nuestro CV.

Aunque nuestro objetivo profesional sea trabajar como montador de muebles, la vía de acceso no será la misma para trabajar en IKEA, en cuyo caso debamos volcar o subir nuestro CV a su página de empresa, que para trabajar en algunas de las fábricas de muebles artesanos de Valverde del Camino dónde probablemente la autocandidatura y los contactos sean las opciones mas eficaces.

5 Propuesta de Valor

Nuestro CV debe recoger los beneficios que seríamos capaces de aportar con nuestro trabajo a la empresa con la que queremos trabajar. ¿Un apartado con este título? ¿por qué no? Al menos y, al igual que las palabras clave, debe aparecer a lo largo de todo el CV y debe estar lo más adaptado posible a nuestro objetivo profesional. Debemos utilizar un lenguaje breve, preciso y sencillo.

Guillem Recolons, para mí, el mayor experto de nuestro país a la hora de explicar y difundir el concepto propuesta de valor, lo explica muy bien en estos dos post:

6 CV Social

¿A qué me refiero con estas palabras?

Hace referencia a que, a través de las redes sociales y las diferentes plataformas, cualquier persona, también las que se dedican a buscar talento (repito, también las que se dedican a la selección de personas) puede ver y acceder, no sólo a lo que hacemos, sino a cómo lo hacemos. En cualquier conversación, en cualquier publicación, en cualquier interacción estamos dándole información a posibles empleadores o clientes de cómo somos personal y profesionalmente. Me parece un arma tan potente, que guarda tanta información, que puede llegar a ser hasta peligrosa si no se utiliza con profesionalidad.

Y… ¿sabéis cómo podemos aprender a utilizarla? Con planificación y estrategia, sabiendo qué queremos decir, quién queremos que nos escuche y dónde queremos decirlo.

El CV Social se compone de una triple esfera:

  • Actividad: hace referencia a todo lo que hacemos y se refleja en internet, lo que decimos, lo que compartimos, lo que leemos, lo que escribimos… en síntesis es todo lo que reflejamos día a día a través de nuestros medios sociales.
  • Relaciones: este apartado incluye los contactos y conexiones que tenemos a través de las redes sociales y espacios 2.0.
  • Reputación: es el resultado de nuestra actividad y nuestras relaciones. Es el reflejo del prestigio que tenemos como profesionales en internet.

El Reto

Centrémonos en lo que sabemos hacer.

Lo que hemos estudiado y los puestos de trabajo que hemos desarrollado nos han ayudado a configurar nuestro perfil profesional pero somos mucho más que eso.

Lo que de verdad interesa a empresas o clientes es qué podemos hacer por ellos.

¿Nos conocemos profesionalmente hasta el punto de saber cuáles son nuestras competencias profesionales? Lee aquí este post de Elena Arnaiz que seguro te ayuda a aclararte

¿Sabemos qué tareas podemos desarrollar con esas competencias?

¿Hemos localizado qué empresas o clientes necesitan personas que desarrollen esas tareas?

Comunicarles que somos la persona que sabe hacer eso que necesitan, o incluso hacerles ver qué con nosotros van a cubrir necesidades o solucionar problemas que mejorarán sus productos o servicios, es el último paso para estar más cerca de nuestros objetivos profesionales.

¿Nuestro CV es capaz de comunicar esto?

Si necesitas asesoramiento profesional para conseguirlo puedes ponerte en contacto conmigo, puedo ayudarte a tener un CV eficaz y que genere oportunidades profesionales.

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